Lamentamos comunicar con mucho dolor el fallecimiento de un compañero de trabajo de nuestra escuela Aldo Martínez, que se desarrollaba como auxiliar en el turno vespertino.
Un fiel compañero y comprometido con toda la comunidad educativa, siempre dispuesto a colaborar sin importar día, horario, tiempos, ni distancias.
Escribiré esta nota como si estuviese hablándole a él, porque todavía no puedo asumir que ya no estás entre nosotros.
Lo escribiste vos VIVÍ Y DEJÁ VIVIR!
Quienes tuvieron el privilegio de conocerte puede dar fe que eras una persona muy servicial, disponible en todo momento, compañero y cómplice de lograr que quienes te rodeaban en el trabajo, tengan con tu presencia una sonrisa sin importar la situación que esté enfrentando.
Fuiste y seguirás siendo en nuestro recuerdo un ser que tenías la palabra y el límite justo para el humor, y siempre lograbas hacer amena nuestra jornada de trabajo.
Era cotidiano y casi rutinario que recorras todo el colegio, saludar y darnos un momento de alegría que emanabas naturalmente, tanto a profes, como preceptores, administrativos y estudiantes.
Verte llegar de lejos era decir, ¡ahí viene Aldo!, con la intención de que venías iluminando un momento cordial y con buen humor, sano y sin herir a nadie.
Lo escribiste vos EL CORAZÓN DECIDE!
Fuiste un ser muy sensible y con un sentimiento único, sin maldad, y siempre con tu oído para escuchar y dar algún consejo a quien lo necesitaba.
Cosecharemos muchísimos recuerdos tal y como los has sembrado entre nosotros todos estos años amigo, siempre alegre, sentimental, dispuesto a todo, sin horarios, velando por la escuela, fines de semana, feriados, vacaciones, sin enojarte y dando lo mejor de vos.
Lamentablemente no se realizará velatorio, ya que su deceso ocurrió en su domicilio hace unos días, encontrándose solo, y ante la no respuesta de los llamados y mensajes telefónicos, los familiares son quienes constataron su fallecimiento.
UN FUERTE ABRAZO AL CIELO DE TODOS LOS QUE TE SEGUIREMOS QUERIENDO
DESCANSA EN PAZ…
Te hemos homenajeado humildemente desde este rinconcito.
Quienes fuimos tus compañeros de trabajo.